Arresto domiciliario (microrrelato)


Antonio, sesenta años, vive de alquiler en una gran ciudad. Las cosas no le han ido muy bien últimamente. Los bajos sueldos, el alto precio del alquiler y la estúpida necesidad de alimentarse y vestirse hacen que cuando se le acaba el dinero todavía falta mucho mes.

Decide reducir gastos evitando pagar el alquiler de la vivienda. De lo demás no puede prescindir, pero el propietario, por lo que sea, no está muy de acuerdo.

Antonio ha sido denunciado varias veces por impago.

Erróneamente o no, decide atracar un banco. No está curtido en estas lides y más pronto que tarde lo detienen. Juzgado y hallado culpable, el juez le condena a dos años de arresto domiciliario.

                                                                                        M.L.Ballinote


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